SILENCIO, SE LEE ( LA FIEBRE DE LOS MANDALAS)


La fiebre de los mandalas

Ya sea como forma de entretenimiento o como técnica de relajación, todo aquel que lo prueba coincide en que sus beneficios son inmediatos y aplicables a la vida cotidiana.



Los colores de los mandalas, aunque no combinen, descifran el estado de ánimo de la persona que los pinta

Crear y pintar mandalas está de moda. Las librerías españolas se han llenado de libros dirigidos a todas las edades que cuentan con diferentes plantillas sobre las que potenciar la creatividad.

Se trata de una auténtica revolución artística en nuestro país que, con el tiempo, va ganando más adeptos. Por un lado están los más atrevidos, que se animan a diseñar sus propios mandalas, y por otro, los que optan por pintar sobre unos modelos ya diseñados.

A priori, puede parecer que la opción de estos últimos es como un juego de niños que no va más allá de colorear sin salirse de las líneas. Sin embargo,este nuevo ‘hobby’ esconde unos beneficios inmediatos para los tiempos de estrés que vivimos en la actualidad.


La palabra ‘mandala’ es un término de origen sánscrito –lengua clásica de la India– y significa ‘círculo sagrado’. Se trata de una representación espiritual geométrica que refleja los valores orientales relacionados con el cosmos y la eternidad.

Generalmente, los mandalas consisten en un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular, aunque este no es un esquema cerrado. Son consideradas como una expresión del alma, por ello, la elección de los colores que utilizamos, así como la forma en la que los combinamos, hablan de nosotros y de nuestro estado de ánimo.

Los beneficios que conlleva pintar mandalas son inmensos. Al concentrarnos en colorear una superficie logramos abstraernos de las preocupaciones que nos rodean y dedicar un tiempo a nosotros mismos.Se trata de una meditación activa en la que se trabaja la paciencia a la vez que se potencia la creatividad y el autocontrol.

En la actualidad, esta técnica de relajación se ha extendido entre todas las edades. A los niños pequeños ­les ayuda a coordinar y familiarizarse con los colores, y a los más mayores les motiva para activar su mente y les devuelve la confianza.



                                                                                HERALDO (23/09/2016)
                                                   Miércoles 8 de febrero. Dpto. de Educación plástica y visual

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